AMART
Participaron Matilde Falomir (poetisa), Amadeo Ramos (poeta, cantaor y pintor) y María Fonellosa (poetisa).
No fue menor la expectación que despertó a priori esta jornada respecto a las dos precedentes, y a fe que sus resultados artísticos no defraudaron a la numerosa concurrencia, formada tanto por los miembros de AMART, como por un nutrido grupo de público asistente.
Todo estaba listo para que a las siete en punto de la tarde comenzara la puesta en escena de tres nuevos socios, tres nuevas formas de entender el arte y la literatura, como la poetisa Matilde Falomir, que tras el consabido repaso autobiográfico a modo de presentación, comenzó leyendo cuatro hermosos poemas: “Los Caminos”, “Agua de mi Fuente”, “El Sembrador” y “Riachuelo Milenario”, en los que se refleja claramente su decantación por la naturaleza y los motivos campestres. Con una voz sutil y armoniosa, dejó entrever en ella a una persona ciertamente tímida, pero dotada de una fuerte carga intimista y expresiva, con la cual llena de credibilidad a toda su poesía hablada.
Acabó recitando de memoria dos poemas: “Viejo Molino” y “Allá en el Horizonte”, que pusieron un digno broche a una muy digna intervención.
Todo un ejemplo de superación, tenacidad y pasión tanto por el arte como por la vida, es el polifacético artista Amadeo Ramos Llopis, que comienza recordando su infancia en la que perdió su brazo derecho, lo cual, no ha representado para nada un obstáculo a la hora de llevar a cabo las numerosas metas que en la vida se ha propuesto. A los 14 años de edad, contemplando pintar al prestigioso artista castellonense Joan Baptista Porcar, empezó a sentir una fuerte atracción por el arte pictórico, el cual, sin duda, le incitó a practicar Porcar, con el que obviamente entabló una estrecha relación. Amadeo también estudió Bellas Artes, y entre las numerosas obras que mostró mediante diapositivas, cabe destacar un retrato a su mujer Lolita, un lienzo a Santa Genoveva, una acuarela de Peñíscola (lugar éste donde pasó buena parte de su vida) y un paisaje de Vistabella, así como escenas en las que los caballos son los protagonistas.
También mostró fotos que recogían diferentes momentos de su vida, desde presentaciones de exposiciones suyas, a jornadas familiares en las que aparece pintando en el castellonense Parque Ribalta, ante la atenta mirada de los suyos.
En lo que a su faceta poética respecta, no se quedó atrás a la hora de ofrecer al público lo mejor de si mismo, y lo hizo con un poema que simultaneó con retazos de cante flamenco, género éste que interpreta con especial pasión, y al que dedicó otra de sus poesías aludiendo los diferentes palos que lo conforman. Cerró su presentación con un fandango que fue enormemente ovacionado por los asistentes.
En tercer y último lugar intervino la poetisa María Fonellosa, que empezó su turno mostrando en diapositivas la portada de su primer libro “Algo Que Decir”, así como también imágenes de publicaciones posteriores suyas, como son los libros “Amar en Arte” y “Reflexiones”, ilustrados con pinturas de su gran amigo Vicente Enguídanos; pinturas que fueron proyectadas, sirviéndole así de bello fondo para recitar algunas de sus más notables poesías como “Luna I”, “Cuentos de Noche”, “La Estrella Azul” y la emotiva “Coro de Ángeles”, que en palabras suyas es un poema como emergido de la infancia que no puedes terminar como tu quieres y queda desde entonces como una historia de amor interrumpida. “Danza Submarina” (que recitó el mencionado Vicente Enguídanos), “Fantasía Musical” y “Agua Marina”, son otros de los títulos que componen la extensa obra poética de ésta autora, sin olvidarnos de “Celeste”, un magnífico poema que fue premiado hace unos años por la Asociación de Emprendedores de las Artes y las Letras de Valencia. Para sorpresa de los asistentes acabó su presentación recitando un poema dedicado a la asociación AMART. Todo un detalle, que puso un bello epílogo a ésta penúltima jornada “Amart Desde Dentro”.
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